Recomendamos empezar con una receta. Escoge la receta que tenga la misma proteína que está consumiendo tu perro en su alimento actual, por ejemplo, si come croquetas de pollo la recomendación es que empiece con nuestra receta de pollo. En caso de no consumir ninguna de estas proteínas recomendamos que empiece con cerdo o pollo, pues son más bajas en grasa que la res y de más fácil digestión.

Entendemos que existen perritos más quisquillosos a la hora de comer y que quieras comprar todas las recetas para ver cual le gusta más, pero en este caso te recomendamos ir poco a poco, si compras por ejemplo la suscripción mensual con las 3 recetas empieza primero dando los paquetes de una (idealmente de la proteína animal a la que esté más acostumbrado a consumir), luego de terminar todos los paquetes de esa receta pasas a darle los de la siguiente receta, y así sucesivamente. No recomendamos alternar las recetas todos los días, esto nos permitirá también identificar más fácil si hubiese rechazo a alguna de ellas.

Si tu perro es cachorro, senior o sensible del estómago, la recomendación es que la transición se haga un poco más pausada de lo normal, ve probando poco a poco para ir midiendo su reacción, en estos casos la transición de alimento puede tardar unos 12-15 días aproximadamente; en adulto sano la transición normalmente dura una semana (en tu primer pedido recibirás una guía de alimentación donde te explicamos el paso a paso de cómo debes hacer la transición).

Dar probióticos antes y durante la transición al nuevo alimento ayudará a que tu perro tenga una microbiota sana y que la adaptación sea exitosa. Los probióticos puedes adquirirlos en la farmacia, o bien darlos de alimentos como el yogurt natural (sin azúcar) o el Kéfir de cabra, estos tienen cepas diferentes por lo que es bueno alternarlos para que se den las diferentes cepas.